Esta página web esta en venta en SEOBulk.net

¿Por qué se come postre?

10 importancia del postre

Como muchos otros mamíferos, los humanos nacemos con una preferencia innata por los alimentos de sabor dulce. Esta preferencia puede observarse en recién nacidos e incluso en bebés prematuros: el sabor dulce les ayuda a relajarse y a succionar más, lo que aumenta su ingesta de alimentos.

Nuestra boca contiene receptores especializados para el sabor dulce. Cuando reconocen una molécula de azúcar, activan una vía de señalización que llega al cerebro y estimula una sensación de placer. Este mecanismo es en realidad un residuo evolutivo de la época en que los alimentos ricos y nutritivos eran un bien escaso. Preferimos lo dulce, ya que los alimentos dulces en la naturaleza suelen ser de buena calidad - por ejemplo, la fruta dulce, que es rica en muchos nutrientes.

Es interesante observar cómo la preferencia por el sabor dulce disminuye con la edad, ya que los niños prefieren el sabor dulce más que los adultos. Una de las explicaciones de este fenómeno es que los niños necesitan alimentos muy ricos mientras crecen, y esta necesidad disminuye más adelante.

Los niños pequeños aprenden cuál es el sabor "correcto" de los alimentos a medida que se exponen a distintos tipos de alimentos.  Las investigaciones demuestran que los niños que se acostumbraron a los alimentos azucarados y procesados también preferirán consumir alimentos más dulces cuando sean adultos. Es decir, el nivel de dulzor que definirían como "sabroso" es alto. Por lo tanto, preferirán consumir grandes cantidades de azúcar, lo que puede provocar obesidad y otros síndromes.  Otros estudios han descubierto que cuanta más fruta consuman los niños, más preferirán un nivel de dulzor más bajo, ya que aprenden que el nivel de dulzor adecuado es el de la fruta, y no el de los alimentos procesados y azucarados.

  ¿Cómo le dicen al pastel en Republica Dominicana?

5 razones para comer postre

El azúcar puede ser perjudicial para la salud, ya que provoca un aumento de peso, incrementa el riesgo de padecer diabetes de tipo 2, enfermedades cardiacas, cáncer e hígado graso, acelera el proceso de envejecimiento de la piel y muchas cosas más. Dicho esto, no significa que dejes por completo el azúcar y no disfrutes de tus postres. No, eso sería demasiado cruel. Con una alimentación inteligente, sobre todo comiendo dulces con moderación, puedes darte un capricho sin entrar en las complicaciones que conlleva el azúcar.

A la gente le gusta combinar el postre con la comida o terminar la comida con un dulce. Sin embargo, según el Ayurveda, si comes dulces al final de las comidas, estás ralentizando la digestión. Además, es posible que no disfrutes tanto del postre si lo tomas inmediatamente después de las comidas.

Evita los dulces después de las 6 de la tarde, ya que el cuerpo se relaja durante el día y no necesita azúcares simples para las actividades restantes. Así que si tomas algo dulce cerca de la hora de acostarte, tus niveles de azúcar aumentan y como la energía se queda sin utilizar, se almacena en forma de grasas.

4 importantes razones de comer postre antes de terminar una comida

Los argumentos en contra del postre parecen claros. El azúcar que los hace tan dulces se ha relacionado con el aumento de peso y enfermedades crónicas que van desde la diabetes de tipo 2 al cáncer; muchos postres también tienen abundantes grasas saturadas, que pueden dañar el corazón, y muchas calorías vacías. Sin embargo, algunos estudios sugieren que tomar postre de vez en cuando -del tipo real, indulgente, no del tipo de fruta fresca cortada- puede ser una herramienta útil para comer de forma más saludable, siempre que se utilice estratégicamente.

  ¿Cómo le dicen al pastel en Republica Dominicana?

Resulta que elegir el postre primero -en lugar de después de comer, como hacemos la mayoría de nosotros- está relacionado con comer menos en general. En un estudio reciente publicado en la revista Journal of Experimental Psychology: Applied, las personas elegían sistemáticamente comidas más sanas y consumían menos calorías cuando elegían un postre decadente al principio de la comida. Ni siquiera tenían que comérselo primero; el mero hecho de saber que lo habían elegido bastaba para desencadenar el cambio. "Si elegimos algo sano primero, tenemos licencia para elegir algo más grande después", dice Martin Reimann, profesor adjunto de marketing y ciencias cognitivas en la Universidad de Arizona y coautor del estudio. "Si le damos la vuelta y elegimos algo más pesado al principio, entonces esta licencia ya ha caducado". Elegir primero algo más calórico parece llevar inconscientemente a la gente a "pisar un poco el freno" mientras decide qué más comer.

3 razones para comer postre

La mayoría de las personas tienen algún tipo de "alimento desencadenante", ese alimento que no pueden tener en casa por miedo a comer en exceso. En mi caso, era el postre. Cuando por fin hice las paces con la comida y me di permiso incondicional para comer de todo, ocurrió algo curioso. Sigue leyendo para conocer mi epifanía y las cuatro razones por las que deberías comer postre.

A finales de mi adolescencia y hasta los 20 años, tenía una norma estricta: sólo podía comer postres o dulces un cierto número de veces a la semana. En aquel momento pensaba que estaba haciendo algo bueno por mi cuerpo (y mi peso), pero resultó ser todo lo contrario.

La idea de poner límites a los dulces o los postres proviene de la creencia de que hay alimentos "buenos" y alimentos "malos". Estas etiquetas suponen un juicio sobre los alimentos y, por tanto, sobre nosotros mismos cuando los comemos. Si comemos pastel, hemos sido "malos", pero si almorzamos una ensalada hemos sido "buenos".

  ¿Cómo le dicen al pastel en Republica Dominicana?

Yo solía pensar que no tenía fuerza de voluntad cuando se trataba de chocolate (también escucho esta misma frase de casi todas las personas que conozco -simplemente cambia el chocolate por su alimento "desencadenante"). No podía tenerlo en casa o me lo comería todo. De ahí la regla de "postre x veces por semana". Pensé que, puesto que mi fuerza de voluntad era pésima, necesitaba una regla externa que me impidiera darme un atracón de dulces.

Subir
Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad